30/03/01, Andrea Mardones
Está muy linda su página. Estoy intentando hacer mi tesis sobre el tema de masculinidad. Soy chilena pero vivo en Ecuador, ya se imaginarán cómo será el machismo aquí, pues sí, ya creo que se imaginan. Me encantaría ver si ustedes pueden enviarme más información sobre la Masculinidad, necesito ver como estructura un buen marco teórico para después hacer trabajos con grupos de varones. Les envío un beso con sabor a café y gracias de antemano.
20/09/00, Amancay
Hola: Soy mujer por eso no escribí en ningún otro espacio que
no fuera el e-mail para Intercambios, pero realmente es muy bueno lo que están
haciendo. Me pregunto porque dividir lo que nos pasa a todos en géneros. El
hecho de que puedan empezar a decirse entre ustedes los temas que para nosotras
son esenciales no significa que no puedan compartir esos grupos con nosotras
que si bien hace tiempo que hablamos de estas cosas las padecemos lo mismo que
ustedes, con el mundo y con las relaciones con los demás.
Les deseo muchas suerte.
12/09/00, Luis Jose Kurz
25/08/00, Julián.
El sueño del naufragio
Llegada la mañana encontró
su sombra, como si nada, tirada en el sillón. El brillo del sol de otoño se
arrastró hasta su cara y notó así su oscura nostalgia. La historia, ya sin
tiempo, se escurría en cada sentimiento y otra vez cantaba el alma. Se levantó
y miró a lo lejos la montaña, esta vez cubierta, casi toda, de nubes. Todo
estaba más claro cerca del naufragio, y quizá pueda explicar, porqué esa mañana
lloraban viejas almas.
Perdió algo de su amor?, le preguntó su vecino al salir de la casa. Tal vez,
contestó, y siguió sin paso firme por un sendero incierto. Quizás había perdido
todo lo que creía tener, y al llegar a la esquina, encontró mucho de lo que
le horrorizaba ver. Lluvia, fuerte lluvia, otra vez lluvia en la ciudad. Allá
en la tormenta rescató algunas cosas, y las llevó sin temor a cada paso. Se
sentó bajo el árbol de la plaza, se sacó la ropa mojada, y vinieron a él viejas
emociones que parecían no haber escapado nunca al olvido, ni siquiera habían
perdido el miedo y la alegría. Siempre estuvieron junto a él; aunque nunca
llegó a conocerlas bien.
Empezó a llorar, por poder acercarse sin poder escaparse. Pero después de
tantas huídas, detuvo el silencio y el ruido de la lluvia y congeló sólo ese
momento. Cerca de él y lejos del tiempo, echó a dormir el dolor de no tener
consuelo y contempló el misterio. Entonces algo pudo ver, y soño la oscuridad
y la claridad. Respiró, nada más, y se encontró tranquilo, sabio; esperando
algo, tal vez nada. Simplemente sentado, cerca del naufragio.
18/08/00, Roberto.
He tenido oportunidad de participar de un grupo de hombres coordinado por Juan C. Kreimer, en el que hemos abordado el tema de la "nueva masculinidad durante más de tres años". Esta experiencia me ha brindado la posibilidad de aprender a ser un mejor hombre y me ha quedado como regalo adicional un grupo de amigos/hermanos. Aliento a todo hombre que tenga alguna inicial inquietud sobre este tema, a que haga el intento de ser participante.
Para información, consultas o preguntas
telefónicas 54 11 4804 5811 o 154 9377 125 ;
via mail : varones@fibertel.com.ar y/o correo@varones.com.ar