Memoria del taller: El psicodrama como instrumento de construcción de la masculinidad


Taller intensivo: "El psicodrama como instrumento de de construcción de la masculinidad" realizado en el INAMU, Instituto Nacional de la Mujer, en marzo del 2000 organizado por CON-TEXTO GRUPAL Centro de Investigación y Formación en Procesos Grupales. Duración: 8 horas
Primer Módulo: Revisando la actitud ante los cambios en la vida
Segundo Módulo:¿Cómo concebimos la masculinidad hoy? y ¿Cómo intervenimos con los varones?
Tercer Módulo: El poder en la toma de decisiones
Cuarto Módulo: Elaboración grupal de conclusiones y criterios de intervención.
Evaluación
Materiales: papel, birome, marcadores.
Objetivos: Diagnosticar el grado de flexibilidad para el cambio. Investigar los parámetros que construyen las identidades de género. Trabajar con las violencias en la cotidianeidad. Rever las estructuras de poder revisando las formas que adquiere la toma de decisiones en la vida cotidiana. Construir criterios de intervención operativos. Gestar instancias para el saneamiento del rol profesional.Texto grupal elaborado por los miembros del grupo:Cuando trabaje con hombres y mujeres partiré de que los hombres son seres que no conozco a profundidad, que estoy descubriendo y parece que sienten, puede que puedan expresarse, compartir, co-crear. Nos ha dado la impresión de que son seres finiquitados, pero no. Trabajar con hombres con vivencias distintas a las de uno mismo no es cosa fácil. Al rato uno estigmatiza y estereotipa a los otros y es fácil, entonces, es fácil etiquetar: es un machista, es un hijo de puta insensible, etc. Sin embargo, esto habla más de nuestras propias incapacidades y del deber ser que de la realidad de los otro hombres. Creo que es necesario estar abierto y receptivos aún dentro de la masculinidad más hegemónica, para encontrar portillos para el cambio y encontrar formas de ser autónomas. Por ello no debo de decirles que deben de pensar o de sentir en forma femenina, sino que debemos acostumbrarnos a los cambios, a ser flexibles y pensar en lo cotidiano. No olvidar que el humor juega un papel importante en las relaciones entre los hombres. Se busca lograr una conexión directa con los sentimientos y emociones de cada uno. Se trata más de hablar de sí mismo que de ordenarle la vida a los demás.
Ese humor de los hombres que a veces nos hace a nosotras pensar que es falta de seriedad para hablar de un tema, puede convertirse en una herramienta muy útil. Para ello debemos recordar que es importante trabajar con lo corporal, con lo físico, yendo más allá de las palabras. No promover ejercicios, situaciones o experiencias que amenacen mucho a los hombres en su posición masculina. Es necesario partir de sus experiencias concretas, de lo que ellos hacen, de sus rituales y que se vean y analicen s sí mismos desde ahí y rescatar el sentido del humor "natural" y habitual que posee el mundo masculino.
He estado meditando sobre la necesidad de lograr ubicarme en los zapatos de los hombres tradicionales, para poder re-pensar y comprender la historia de dolor de ellos y la relación que mantienen con las mujeres. Para así poder funcionar como agente para el cambio, propiciando el renacimiento de hombres y mujeres sensibles. Creo que debo tomar en cuenta lo difícil de la masculinidad, producto de la socialización, por eso debo generar empatía para entender ese trance, ese cambio, sin levantar bandera.
Algo que me hizo reconsiderar del trabajo con hombres es que es difícil contenerlos cuando se abren a sentir dolor, a cuando cambian en algo que se está esperando que cambien. Creo que hasta ahora conozco un poquito de cómo hacer o tratar de que se den cuenta de cuestiones de género, pero qué hago con las consecuencias. Después de movilizar en ellos sentimientos ¿ cómo manejar los sentimientos resultantes?
Ahora tal vez pueda entender que muchos hombres puedan llegar con ganas de salir corriendo, pero con la posibilidad de construir algo nuevo si se sienten seguros. Hay que rescatar la importancia de la contención, de crear espacios no amenazantes que permitan tener las seguridades necesarias para avanzar hacia un cambio: tanteando, balbuceando. No decir lo que tienen que hacer ni favorecer que lo hagan, todo lo contrario, favorecer que salga lo que se vive y partir de allí.
La próxima vez que trabaje con grupos desde la perspectiva de género voy a intentar promover condiciones de flexibilidad en cuanto a la expresión y manifestación del sí mismo de manera que las personas se encuentren con su esencia proponiendo cambios con los que se sienten cómodos.
El ejercicio de la mañana me permitió reafirmar la necesidad de que en este tipo de trabajo logremos que los hombres "pensemos" menos (como coraza) y nos mostremos más "haciendo". Creo necesario incorporar el "como si" del drama como dispositivo de trabajo; y sobre eso, el registro y la elaboración de lo inconsciente, individual y colectivo.
Es difícil para un hombre esconder sus sentimientos con el fin de mantener su lugar social, aparentando un supuesto estado de normalidad, es importante descifrar o decodificar su incomodidad ante el lugar que ocupan, como una invitación para que se den cuenta de esa incomodidad propiciando en el trabajo un espacio no amenazante, flexible.
La próxima vez que trabaje con hombres insistiré en la necesidad de motivarlos para el cambio, que ya no es posible seguir con esquemas tradicionales de interacción ante las nuevas exigencias de la convivencia entre hombres y mujeres. Utilizaré la dramatización y la actividad lúdica como técnica para facilitar el contacto con la disfuncionalidad de la masculinidad tradicional y el descubrimiento de nuevas formas positivas de vinculación e interacción.
Me doy cuenta de la rigidez y la fragilidad de la necesidad de conectarlos de a poco con ideas que los afecten y de pasar de aspectos generales a más profundos.
Cuando trabaje con hombres voy a tener en cuenta la broma o chiste para flexibilizar la postura defensiva de pensar él algo que sea diferente de lo que es y preguntase o hablarse de la comodidad o incomodidad de lo que tradicionalmente se hace o se es. Tomaré en cuenta el ambiente en el que se desenvuelve. Sus entretenimientos personales y grupales, naturaleza de la actividad a realizar con ellos, circunstancias históricas o contextuales y características particulares. Es un ser humano, con sentimientos, pensamientos, que puede tener flexibilidad de acuerdo a como se le trate, que no se generalice, cada uno es único. Trataría de entender es daría mas espacio para la expresión de sentimientos, además es importante ver con ellos y a ellos como personas. Es importante encontrar las molestias, para reconocerlas como egodistonías y empezar a trabajar desde ahí, es necesario respetar los procesos, cada uno tiene su propio ritmo.
Respetar los rituales propios que generan los hombres en sus encuentros para favorecer el proceso de interiorización. Estimular lo lúdico para disminuir la tensión y lo amenazante de las experiencias. Favorecer el humor para la reflexión y la reconstrucción de acritudes y valores.¿Cómo integrar más hombres en el trabajo contra la violencia? La violencia comienza en el irrespeto por la diferencia ¿Hasta cuándo? La violencia tiene muchas caras ¿Es posible reconceptualizar los poderes desde un lugar diferente al abuso o la dominación?¿Cómo lograrlo? La violencia genera dolor, impotencia, tensión, incomodidad y deseos de liberación de ella, en todos (as) los y las involucradas (os)¿Cómo lograr la liberación?

 

Volver